La Niña, un respiro a la agricultura peruana tras el impacto de El Niño
Tras sufrir los estragos causados por el fenómeno climático de El Niño, la agricultura en Perú ahora ve esperanza en la etapa de transición de La Niña, la cual promete impactar positivamente la industria en el país sudamericano.
Ante esta realidad, es crucial que productores y comercializadores agrícolas se mantengan informados y cuenten con las herramientas financieras y tecnológicas adecuadas para enfrentar las problemáticas que estos fenómenos climáticos puedan provocar.
El impacto de El Niño en la agricultura en Perú
El cambio climático ha sido el principal motor detrás de la crisis en la agricultura peruana, teniendo al fenómeno de El Niño como protagonista, impactando fuertemente la producción de diversos cultivos, principalmente arándanos, mangos y espárragos.
Esto afectó también las exportaciones de Perú, este país siendo mayor exportador de arándanos en el mundo. Durante la campaña 2023-2024 las exportaciones de arándano peruano cayeron 41%, mientras que las de mango cayeron todavía más, 67%.
Este fenómeno trajo consigo altas temperaturas y lluvias intensas, afectando principalmente las zonas costeras, donde se concentra la producción de arándanos y mangos. Expertos señalan que el impacto en toda la zona debido a este fenómeno ha sido el más severo de los últimos 20 años, contribuyendo a la pérdida de 34,000 empleos formales relacionados con actividades agrícolas entre enero y noviembre de 2023.
Pero el impacto de El Niño no solo se sintió en los productores y exportadores, sino también en los compradores y distribuidores en Estados Unidos y Países Bajos, principales destinos comerciales de los productos agrícolas peruanos, quienes tuvieron que adecuar sus estrategias de comercialización.
La transición a La Niña ofrece esperanza
La Niña representa una fase de enfriamiento que suele traer consigo efectos opuesto a los de El Niño, en este caso, temperaturas más bajas y lluvias menos intensas.
Se espera que este periodo de transición ayude a la recuperación de la agricultura peruana este año, ya que las lluvias podrían distribuirse de mejor manera, reduciendo así las inundaciones y deslaves.
No obstante, la Niña también podría eventualmente desencadenar sequías, situación que ha afectado enormemente diversas regiones agrícolas en Perú durante más de 3 años, por lo que en estas zonas la problemática podría agravarse con la llegada de este fenómeno.
Los productores de arándanos y mangos deberán aprovechar esta fase, pero al mismo tiempo permanecer atentos a la evolución de La Niña y prepararse operativa y financieramente ante cualquier efecto adverso.
Aunque aún es muy pronto para determinar cuál será su impacto y la duración, se estima que La Niña podría estar presente hasta mediados del siguiente año.
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Fuentes: Fresh Fruit Portal, Infobae