Plagas aumentan la volatilidad y alterando los mercados agrícolas
La industria agrícola ha enfrentado durante mucho tiempo el desafío de las plagas, las cuáles pueden desestabilizar toda la cadena de suministro, afectando desde agricultores locales hasta los retailers globales, contribuyendo a la volatilidad del mercado, aumentando los precios y creando escasez de suministro. A medida que los efectos continúan amenazando la industria, la necesidad de un enfoque de gestión estratégica y de normativas fitosanitarias adecuadas que reduzcan su impacto se vuelve cada vez más crítica.
Las plagas crean volatilidad agrícola
Las plagas introducen volatilidad al poner en peligro la salud de los cultivos, reducir los rendimientos e impactar los precios. Cuando ocurren brotes, a menudo se imponen restricciones comerciales para prevenir su propagación, lo que generalmente lleva a escasez de suministro e incrementos inmediatos en los precios.
Por ejemplo, la mosca de la fruta mediterránea, recientemente detectada en los condados de Alameda y Santa Clara en California, ha impactado significativamente los mercados locales debido a su propagación persistente.
En Argentina, el aumento de las cigarras redujo significativamente la producción de maíz, con temperaturas más cálidas contribuyendo a la propagación. Como resultado, la producción disminuyó en un estimado de 10 millones de toneladas para la temporada actual, representando una amenaza económica significativa para los agricultores locales y llevándolos a reevaluar sus opciones de cultivos.
De manera similar, en varios estados de EE.UU., la enfermedad de la mancha de alquitrán en el maíz ha causado un gran revés para los productores. Esta enfermedad de rápida propagación puede ocasionar pérdidas severas en los rendimientos, lo que no solo afecta las cosechas inmediatas, sino que también complica la planificación futura de los agricultores que deben enfrentarse a la amenaza de brotes recurrentes.
El rol fundamental de las normas fitosanitarias
Las normas fitosanitarias son cruciales para prevenir la propagación de plagas entre regiones y países, protegiendo tanto la agricultura local como el comercio global. Al transportarse, los productos agrícolas deben cumplir con regulaciones estrictas para garantizar que estén libres de plagas y patógenos dañinos, lo que ayuda a prevenir pérdidas generalizadas de cultivos y la inestabilidad del mercado.
Los envíos que no cumplen con los requisitos fitosanitarios pertinentes pueden enfrentar demoras o incluso ser denegados, lo que causa pérdidas económicas tanto para los productores como para los compradores. Esto es particularmente relevante en cultivos de alto valor como frutas y verduras, donde cualquier signo de infestación puede desencadenar medidas regulatorias estrictas.
Instituciones como el Departamento de Agricultura de los EE.UU. (USDA) son responsables de crear y hacer cumplir estas normativas para garantizar la seguridad alimentaria y proteger la agricultura nacional. Por ejemplo, el Servicio de Inspección y Sanidad Animal y Vegetal del USDA (APHIS, por sus siglas en inglés) juega un papel crucial en el control de introducciones y brotes de plagas mediante medidas como cuarentenas e inspecciones. En respuesta a la detección de la mosca de la fruta mediterránea en California, APHIS expandió rápidamente las áreas en cuarentena para limitar la propagación de la plaga, protegiendo los productos locales y evitando posibles pérdidas económicas.
Recomendaciones para minimizar la volatilidad inducida por plagas
Reducir el impacto de las plagas requiere una combinación de prácticas de gestión proactivas y un cumplimiento estricto de las normativas fitosanitarias.
1. Implementar un manejo integrado de plagas (MIP): El MIP utiliza métodos preventivos, biológicos y mecánicos para controlar las plagas mientras se reduce el uso de productos químicos. Prácticas como la rotación de cultivos y el monitoreo de los campos pueden ayudar a prevenir grandes brotes.
2. Garantizar el cumplimiento fitosanitario: Cumplir con las normativas fitosanitarias es esencial para prevenir la propagación de plagas a través de las fronteras. El cumplimiento de los requisitos de inspección y tratamiento ayuda a evitar demoras en los envíos y restricciones de cuarentena.
3. Mejorar la educación y capacitación: Los programas de capacitación pueden ayudar a los productores a comprender las prácticas del MIP, las técnicas de monitoreo y los requisitos fitosanitarios, herramientas para gestionar los riesgos de plagas de manera más efectiva.
4. Fomentar la colaboración: Las redes regionales e internacionales facilitan el intercambio de información, tratamientos más efectivos y medidas de cumplimiento, permitiendo respuestas rápidas y coordinadas ante amenazas de plagas.
La constante amenaza de los brotes de plagas ha creado un panorama desafiante para los retailers globales. Al desestabilizar la cadena de suministro, las plagas aumentan la volatilidad del mercado, elevando los precios y alterando la disponibilidad confiable de productos. Por ello, una gestión integral de plagas y el cumplimiento estricto de las normativas fitosanitarias son esenciales para reducir estos impactos.
Para apoyar a los agricultores en la gestión de esta volatilidad, ProducePay ha creado los Programas de Comercio Predecible que priorizan la estabilidad y la predictibilidad en la cadena de suministro agrícola. Estos programas redistribuyen el riesgo a lo largo de toda la cadena, para que los agricultores no tengan que asumir todo el riesgo climático, de cultivos y financiero. Esto garantiza un ingreso confiable para los productores y les permite planificar a largo plazo con precios predecibles y acceso seguro al mercado. Esta solución colaborativa fortalece toda la cadena de suministro, asegurando el suministro de productos frescos de alta calidad durante todo el año, independientemente de las interrupciones del mercado.
Fuentes: Fresh Fruit Portal, Reuters, Crop Life