
Temporada de uva mexicana 2025: precio, clima y variedades
Tras un 2024 desafiante, con precios bajos en el mercado estadounidense y olas de calor que afectaron el rendimiento en zonas clave, México trabaja para una temporada de uva mexicana 2025 más sólida. Aunque se esperan precios más estables, la volatilidad climática y la crisis hídrica están amenazando a la industria.
¿Cómo se perfila la temporada de uva mexicana 2025?
La temporada de uva de mesa mexicana 2024 cerró con 23.8 millones de cajas, una caída del 4.8% respecto al año anterior. Cerca del 75% se destinó a Estados Unidos, seguido del consumo interno, Canadá, Japón, Corea del Sur y algunos países de Latinoamérica.
En 2025, la temporada de uva comenzó en Jalisco el 1 de abril, con condiciones climáticas favorables y con un enfoque en variedades blancas y rojas sin semilla de alta calidad, incluyendo la Cotton Candy.
En Sonora, que aporta el 80% del volumen nacional de uva de mesa, la cosecha arrancó en mayo. Esta región sigue siendo clave para definir el volumen total de la temporada de uva mexicana.
Sin embargo, las fuertes lluvias que llegaron con el inicio de junio han impactado zonas productoras clave. Se estima que estas precipitaciones han afectado hasta ahora entre el 50 y 70% de las uvas Flame Seedless en algunas áreas.
Aunque la industria se mantiene positiva, algunos importadores que ya preveían que México no superaría los 18 millones de cajas, ahora especulan que el volumen final podría rondar solo 15 millones.
Con la temporada de lluvias aún activa, junio y julio serán determinantes, ya que es cuando se concentra la mayor parte de la cosecha.
Avances en la migración a nuevas variedades de uva
Las principales variedades de uva cultivadas en México son Flame, Early Sweet, Sugar One, Sweet Globe, Sugar Drop, Sweet Celebration, y aún se mantiene una presencia limitada de Prime.
Así, uno de los grandes retos para la industria de la uva mexicana es el recambio varietal, junto con la crisis hídrica y el aumento de costos laborales y de insumos.
En 2024, el 55% de la producción ya correspondía a nuevas variedades, principalmente impulsadas por las Mid Green. Sin embargo, el recambio varietal de la uva mexicana aún va por detrás de la de la uva chilena y peruana, que avanzan a un ritmo mayor.
De acuerdo con Sergio Lugo, director de Mexico Table Grape, este proceso debería crecer a un ritmo de 10 a 15% anual, con el objetivo de alcanzar un recambio del 70 al 80% hacia 2026.
Esta transformación es esencial para satisfacer las demandas del mercado, mejorar la vida en anaquel y aumentar la rentabilidad de los productores en un entorno cada vez más competitivo.
El Comercio Predecible es clave en la industria de la uva
En un entorno donde el clima y el mercado son cada vez menos predecibles, modelos como los Programas de Comercio Predecible de ProducePay ofrecen a la industria de la uva una herramienta estratégica para enfrentar la volatilidad.
Estos programas permiten alinear la oferta de los productores con la demanda de los compradores, asegurando precios predecibles, financiamiento y mayor visibilidad en la cadena de suministro.
Para los productores, esto se traduce en menos riesgos y más estabilidad para invertir en nuevas variedades y mejorar la planificación de sus cosechas.
En una temporada como la de 2025, con desafíos climáticos evidentes y mercados exigentes, la previsibilidad se convierte en un valor clave para garantizar la continuidad del negocio y la competitividad del sector.
Fuente: Portal Frutícola, Red Agrícola, Fresh Plaza