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Blog | 9 min read
Evolución de la industria agrícola: una década de retos y logros
Miguel Angel Miranda
diciembre 5, 2024
Miguel Angel Miranda
diciembre 5, 2024

Evolución de la industria agrícola: una década de retos y logros

En la última década, la industria agrícola ha experimentado una profunda transformación, moldeada por la volatilidad climática, las fluctuaciones económicas y las cambiantes expectativas de los consumidores. Retos como la escasez de mano de obra, el aumento de los costos de producción y la volatilidad de los precios han puesto a prueba la resiliencia y capacidad de adaptación del sector. Sin embargo, estas dificultades también han impulsado la innovación, la colaboración y la necesidad de enfoques proactivos como el Comercio Predecible.

Clima y cambio climático

La influencia de los eventos climáticos extremos y el cambio climático a largo plazo ha crecido considerablemente, ejerciendo una presión sin precedentes sobre las cadenas de suministro globales. Entre 2013 y 2023, la frecuencia de desastres naturales relacionados con el clima (como sequías, inundaciones, tormentas e incendios forestales) aumentó en 20%, afectando los calendarios de cultivo y provocando pérdidas significativas en las cosechas en todo el mundo.

El fenómeno de El Niño es un ejemplo claro, causando severos impactos en múltiples regiones debido a intensas lluvias y aumento de temperaturas, siendo el evento de 2015-2016 el más devastador del siglo. Sin embargo, en 2023, este evento climático afectó gravemente regiones productoras en Perú, provocando una caída del 41% en las exportaciones de arándanos y un asombroso 67% en las de mango, demostrando el impacto de estos eventos climáticos en las cadenas de suministro globales.

El cambio climático también está alterando los patrones de lluvia e intensificando la escasez de agua, lo que ha llevado a sequías más prolongadas y tormentas más fuertes. Estas fluctuaciones afectan los rendimientos y la calidad de los cultivos; con temperaturas volátiles, cambios en la luz solar y niveles de dióxido de carbono, el tamaño, sabor y valor nutricional de los productos se ven modificados. Esto dificulta que los productores cumplan con los estrictos estándares de los consumidores y minoristas, aumentando los desperdicios y reduciendo la rentabilidad.

Además, la migración de plagas y enfermedades a regiones previamente no afectadas añade otra capa de complejidad. El aumento de temperaturas permite que plagas prosperen en áreas nuevas, exponiendo a los cultivos a amenazas desconocidas. Al mismo tiempo, la propia huella ambiental de la agricultura debe abordarse, requiriendo que la industria equilibre la resiliencia ante condiciones climáticas adversas con la sustentabilidad.

Ante estos desafíos, la industria ha avanzado hacia técnicas y tecnologías innovadoras como hidroponía, agricultura vertical, agricultura de precisión y herramientas impulsadas por inteligencia artificial. Estas soluciones no solo han ayudado a abordar la falta de predictibilidad climática, sino que también permiten mitigar el impacto ambiental.

Cambios económicos que afectan la estabilidad financiera

La última década ha estado marcada por una notable turbulencia económica con fluctuaciones monetarias, inflación y aumento de costos operativos. La volatilidad en los tipos de cambio ha introducido imprevisibilidad en el comercio internacional. La devaluación de ciertas monedas ha incrementado el costo de importar y exportar fertilizantes, semillas y equipos, mientras que la inflación ha elevado los gastos para los productores.

El aumento en los costos de producción ha afectado duramente a los agricultores. En 2021, los conflictos políticos globales dispararon los precios de los fertilizantes casi un 80%, seguidos de otro aumento del 30% en 2022. Aunque en 2023 hubo cierta estabilización, la tensión financiera persiste, dejando a muchos agronegocios luchando por recuperar estabilidad y márgenes de ganancia.

La pandemia de COVID-19 incrementó aún más esta inestabilidad económica, interrumpiendo las cadenas de suministro y amplificando la volatilidad de precios. Entre 2020 y 2022, los precios de alimentos aumentaron rápidamente, con el Reporte de Volatilidad en el Sector Agrícola 2024 de ProducePay revelando una volatilidad anualizada del 70% para productos frescos en puntos de retail. Frutas y verduras experimentaron tasas de volatilidad del 59% y 105%, respectivamente.

Esta incertidumbre ha dificultado que los productores mantengan capital de trabajo y liquidez sólidos, especialmente en regiones con acceso limitado a financiamiento. Por ejemplo, mientras que los bancos agrícolas en EE. UU. otorgaron préstamos por $110 mil millones en 2023, el crédito agrícola en México sólo alcanzó $7.44 mil millones. Esta disparidad destaca la necesidad de opciones de financiamiento accesibles que ayuden a los productores a invertir en sus operaciones y navegar por condiciones de mercado volátiles.

Escasez de mano de obra 

La disponibilidad de mano de obra se ha convertido en un tema crítico para la industria en los últimos años, ya que cada vez menos personas participan en roles agrícolas. Con las granjas de todo el mundo enfrentando escasez de mano de obra, los productores se enfrentan a retrasos en las cosechas, cultivos sin cosechar y pérdidas financieras. La Encuesta de la Industria 2024 de ProducePay reveló que el 59% de la industria considera que la disponibilidad y los costos de la mano de obra son más graves este año en comparación con 2023.

En Estados Unidos, el sector agrícola enfrenta una escasez de trabajadores del 21%, según la Asociación Internacional de Productos Frescos (IFPA). Esta falta de mano de obra persiste a pesar de los aumentos salariales, con los salarios agrícolas creciendo a una tasa de crecimiento anual compuesta (CAGR) del 4.55% entre 2013 y 2023. Incluso cuando se han desarrollado políticas que promueven la inmigración temporal de trabajadores agrícolas, debido a que los inmigrantes constituyen el 69% de la fuerza laboral agrícola en EE. UU., estas medidas no han sido suficientes para abordar completamente la escasez.

Los esfuerzos por atraer a las generaciones más jóvenes hacia la agricultura no han tenido éxito, ya que las percepciones de un trabajo demandante y un crecimiento profesional limitado disuaden el interés. Esta crisis laboral requiere continuar desarrollando soluciones innovadoras para mantener la productividad agrícola, y que los gobiernos brinden mayor apoyo al sector.

Logística cada vez más compleja

La logística sigue siendo uno de los componentes más críticos y afectados de la cadena de suministro agrícola. En la última década, la falta de transportistas se ha intensificado, con la industria enfrentando una escasez de aproximadamente 60,000 conductores para finales de 2023 en EE. UU. Esta escasez empeoró durante la pandemia de COVID-19, cuando muchos conductores abandonaron sus trabajos, lo que llevó a cuellos de botella.

Los costos de transporte también han ido en aumento, impulsados por mayores precios en los combustibles. En 2022, el incremento del 60% en los precios de la gasolina en EE. UU. provocó un brinco del 10% en los precios minoristas de los alimentos con respecto al año anterior, lo que afectó directamente los costos para el consumidor final y redujo la rentabilidad de los productores.

A pesar de estos desafíos, la tecnología ha estado ofreciendo soluciones. Innovaciones en logística de cadena de frío, sistemas de rastreo avanzados y almacenes automatizados han mejorado la eficiencia, reducido los retrasos y mejorado la trazabilidad. Estos aspectos son clave para satisfacer las demandas actuales de los consumidores en términos de sustentabilidad y calidad. Sin embargo, los altos costos iniciales de estas soluciones a menudo las hacen inaccesibles para los productores pequeños y medianos. Encontrar el equilibrio entre accesibilidad, eficiencia y sustentabilidad sigue siendo un desafío constante para el sector logístico.

Descubre cómo la tecnología está fortaleciendo la cadena de suministro agrícola

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Hoy en día, la industria agrícola está más conectada que nunca, pero sigue enfrentando desafíos impuestos por la volatilidad del clima, la escasez de mano de obra, las complejidades logísticas y las dinámicas fluctuantes del mercado. A lo largo de la última década, ha habido un cambio de paradigma en el que la industria ahora prioriza la resiliencia, la planificación a largo plazo y la sustentabilidad. Sin embargo, lograr verdadera estabilidad en un entorno tan volátil requiere de colaboración, transparencia e innovación.

Desde su fundación en 2014, ProducePay ha estado al frente de la transformación de la industria agrícola, abordando sus desafíos más urgentes. En el corazón de nuestra misión se encuentra el Comercio Predecible, un enfoque estructurado para reducir la volatilidad de la cadena de suministro mediante sistemas proactivos y colaborativos para cultivar, vender y comprar productos frescos.

Nuestras soluciones de financiamiento innovadoras han permitido que cientos de empresas agrícolas cierren sus brechas de liquidez en etapas críticas, mientras que nuestros Programas de Comercio Predecible conectan a productores sustentables con los principales retailers para estabilizar los precios, reducir el desperdicio y garantizar un suministro consistente los 365 días del año.

La pandemia de COVID-19 resaltó la importancia de la predictibilidad en la cadena de suministro. Durante este período, y hasta la actualidad, ProducePay ha permitido a los productores acceder a capital de trabajo cuando los bancos tradicionales no estaban disponibles. Además, nuestras herramientas, como Visibility, han permitido a las empresas agrícolas navegar por las disrupciones del mercado, proporcionando información en tiempo real y transparencia de principio a fin.

De cara al futuro, ProducePay sigue comprometido con mejorar la predictibilidad y resiliencia en toda la cadena de suministro. Al aprovechar los datos, la tecnología y el capital estratégico, seguimos impulsando la industria agrícola para que todos puedan prosperar.

Fuentes: IMF, LiveFarmer, La Jornada, C.L. Moretti et al., World Bank, Altline, Energy, Economics, USDA-ERS, OECD.