El impacto del Covid-19 a las exportaciones del sector hortofrutícola mexicano
El sector hortofrutícola representa la mayor fortaleza de la industria agroalimentaria nacional por varias razones, pero principalmente porque el volumen de producción permite satisfacer la demanda nacional al mismo tiempo que se exporta hacia Estados Unidos, donde el tipo de cambio hace que la exportación resulte muy redituable.
Además, la producción de frutas y hortalizas en México permite aumentar la estabilidad social en muchas regiones agrícolas, porque la gran mayoría de los principales cultivos hortofrutícolas demandan una cantidad considerable de jornaleros agrícolas.
Por estas y otras razones un mayor impacto del coronavirus a este sector hubiera sido catastrófico, pero se conjugaron algunos factores que evitaron que eso sucediera. Lo más destacable es que el volumen agrícola exportado no aumentó de manera importante en 2020, lo que permitió que los precios no disminuyeran e incluso que aumentaran, para lo cual hay que considerar también que la demanda del mercado aumentó ligeramente, en especial durante finales de 2019 e inicios de 2020.
Otro factor fue que el consumo de las familias estadounidenses se mantuvo en sus niveles normales gracias a la agresiva política del gobierno para garantizar el abasto de alimentos, lo que en conjunto permitió que en el primer semestre de 2021 las exportaciones hortofrutícolas mexicanas, principalmente hacia Estados Unidos, alcanzarán los 20.7 millones de dólares, cuando para el mismo período, pero de 2020, se quedaron en 19.8 millones de dólares, un incremento de 4.5% (Mexicoxport).
Incluso durante lo que va de la pandemia las cadenas de supermercados no han reportado productos agotados, un indicador de la solidez de las cadenas nacionales de producción, distribución y comercialización de productos hortofrutícolas (GCMA).
Pero, aunque el impacto del Covid-19 al sector hortofrutícola fue mínimo en términos económicos, gracias a la pandemia quedaron claras cuáles deben ser las prioridades para los próximos años, entre las que destacan mejorar la logística y apurar la búsqueda de mercados alternos, pues incluso un cierre temporal de fronteras puede representar enormes pérdidas para todo el sector. También se hace necesario impulsar una sana competencia interna que nos impulse a seguir mejorando.