¿Cómo funcionan los mercados de carbono y cómo la industria agrícola puede ser parte de ellos?
En la actualidad la conciencia ambiental a nivel global está alcanzando niveles nunca vistos, lo que a su vez está impulsando cambios importantes en la manera en la cual operan muchas industrias, entre ellas la agricultura, que por fin ha comenzado a establecer compromisos sociales y ambientales.
Uno de estos compromisos es la reducción de gases de efecto invernadero, los cuales contribuyen de manera importante al cambio climático, siendo justamente la agricultura una de las industrias que más están resintiendo los efectos de esta problemática, pues cada vez son más comunes los eventos climáticos erráticos y extremos que impactan directamente en los rendimientos agrícolas.
Sin embargo, la gran mayoría de las industrias de los sectores primario y secundario tienen poco margen para reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero, dado que sus actividades implican utilizar combustibles fósiles de una u otra manera, por lo que los bonos de carbono se establecieron como una solución.
¿Qué son los bonos de carbono?
Los bonos de carbono, también conocidos como créditos de carbono, constituyen un mecanismo internacional para impulsar la reducción de las emisiones contaminantes a la atmósfera. Este fue uno de los tres mecanismos propuestos en el Protocolo de Kioto (2005) para reducir la emisión de gases de efecto invernadero.
De manera general, con los bonos de carbono el derecho a emitir CO2 a la atmósfera se convirtió en un bien canjeable con un precio de mercado establecido. De esta manera se busca beneficiar a las empresas que menos emisiones generan, pues podrán vender sus bonos de carbono en un mercado, donde las empresas que no pueden reducir sus emisiones tendrán que comprarlos para poder hacerlo.
Para entender el concepto es necesario mencionar que cada bono de carbono representa el derecho a emitir una tonelada de CO2, que se miden en CO2 equivalente y se traducen en Certificados de Emisiones Reducidas (CER), cada uno equivalente a una tonelada de CO2 que se deja de emitir a la atmósfera.
¿Cómo funciona un mercado de carbono?
El objetivo de los bonos de carbono es compensar las excesivas emisiones contaminantes de las actividades primarias e industriales, porque toda actividad humana genera estas emisiones, ya sea directa o indirectamente, y aunque se pueden implementar acciones para reducirlas, hay actividades en las que esto no es posible, por lo que los bonos de carbono son una manera de compensarlas a través de proyectos que llevan a cabo otras empresas y organizaciones.
En este sentido, los bonos de carbono se comercializan en los mercados de carbono, los cuales operan de manera similar a cualquier otro mercado: hay compradores y vendedores. El principal mercado de carbono del mundo es el Sistema de Comercio de Emisiones de la Unión Europea.
Los vendedores deben garantizar que existen acciones (implementación de energías renovables, programas de reforestación y manejo forestal sustentable, tecnologías de captura de carbono, incremento de la eficiencia energética, etc.) que avalan los bonos que están vendiendo, mientras que los compradores deben garantizar el pago correspondiente a dichos bonos.
Veamos esto con un ejemplo agrícola
Piensa en una empresa de producción agrícola, la cual de manera recurrente tiene que realizar preparación de terrenos, para lo que se requiere de maquinaria pesada que utiliza combustible tipo diésel, cuya combustión se traduce en la emisión de gases de efecto invernadero. La empresa no puede dejar de realizar esta actividad porque es indispensable para su funcionamiento.
Sin embargo, la empresa puede implementar un programa de reforestación para compensar las emisiones que su operación genera; aunque claro, esto les restaría tiempo y requeriría recursos, por lo que mejor deciden pagarle a una organización externa para que reforesten por ellos.
Este es el principio básico detrás de los mercados de carbono: las empresas pagan a otras empresas u organizaciones para que realicen actividades que compensen su huella de carbono, con lo que se busca impulsar un mercado verde, donde las empresas que más contaminan sean las que tengan que impulsar más iniciativas de compensación de carbono.
¿Bonos de carbono para la industria agrícola?
La agricultura mundial emite a la atmósfera el 30% de los gases de efecto invernadero, pues las actividades que implica la producción y comercialización de alimentos no pueden disminuir su huella de carbono tan fácilmente, sino que será un proceso que tomará décadas, razón por la cual los bonos de carbono son una gran alternativa.
Actualmente en México ya existe un mercado voluntario de carbono para el sector forestal, e incluso en Estados Unidos cultivos como el trigo y la soya ya están dentro de un mercado de carbono; sin embargo, todavía no existe un mercado en el cual se puedan incluir los productos frescos perecederos, es decir, las frutas y hortalizas.
En ProducePay somos conscientes de dicha necesidad y por lo tanto hemos lanzado el primer Programa de Compensación de Carbono de la Industria Agrícola para Latinoamérica en conjunto con ALLCOT, un programa que promoverá prácticas agrícolas sustentables y que eventualmente permitirá a los agricultores comercializar bonos o compensaciones de carbono en el mercado internacional.
La sustentabilidad es el camino
En ProducePay sabemos que el futuro de la agricultura tiene que ser sustentable, por lo que nuestra alianza con ALLCOT, líder en la creación de herramientas y estrategias para la gestión de emisiones de gases de efecto invernadero, constituye el primer paso de nuestra iniciativa Sustainably SourcedTM, la cual se convertirá en el primer estándar mundial de sustentabilidad para la cadena de suministro de productos frescos.
A través de nuestro Programa de Compensación de Carbono, buscamos apoyar a los pequeños y medianos agricultores para que adquieran la infraestructura y adopten las prácticas sustentables necesarias para cumplir los más altos estándares de reducción de carbono a nivel internacional. De esta forma, no solo las actividades de producción y comercialización de los productores quedarán cubiertas, sino también podrán generar una fuente de ingresos adicional, a través de la venta de compensaciones de carbono en el mercado mundial.
Por supuesto, sabemos que lograr esta meta requerirá de mucha estrategia y esfuerzo, pues estamos abriendo brecha y nos enorgullecemos de ser pioneros en este sentido.