Abordando la volatilidad de la seguridad alimentaria
Por Patrick McCullough, CEO de ProducePay
evento benéfico de Big Green, organizado por Kimbal Musk, algo quedó completamente claro: ahora, más que nunca, es crucial que la humanidad se enfoque en cómo nos alimentaremos en el futuro. Big Green, una organización sin fines de lucro dedicada a empoderar a las comunidades para que cultiven sus propios alimentos, ofreció el espacio perfecto para hablar sobre las barreras sistémicas que amenazan la seguridad alimentaria a nivel global.
Aunque temas como la inteligencia artificial, economía y política dominaron muchas conversaciones, la seguridad alimentaria surgió como una de las preocupaciones más frecuentes y apremiantes. Realmente estamos enfrentando una tormenta perfecta de desafíos: cambio climático, interrupciones en las cadenas de suministro, desperdicio de alimentos y una volatilidad extrema en los mercados. Al mismo tiempo, se proyecta que la población mundial alcanzará los 10 mil millones de personas para 2050, lo que requerirá un aumento del 60-70% en la producción de alimentos. Estos ya no son problemas del futuro; son realidades urgentes que exigen acción inmediata y colectiva.
Las soluciones para garantizar la seguridad alimentaria no dependen de una sola empresa o sector. Requieren un enfoque integral que fomente alianzas entre productores, comercializadores, minoristas, gobiernos y organizaciones sin fines de lucro. En ProducePay, nos sentimos orgullosos de ser parte de este movimiento a través de nuestra alianza con MAVRK Capital. Esta colaboración nos ha permitido compartir nuestra plataforma con más productores y fortalecer nuestra red de socios para brindarles acceso a capital, además de ofrecer a los minoristas un suministro de alta calidad durante todo el año, con precios estables y menor riesgo. Juntos estamos construyendo una cadena de suministro más sostenible y eficiente.
Nuestra alianza con MAVRK Capital ya ha tenido un impacto significativo. En 2024, el Programa de Comercio Predecible de uva de mesa aumentó siete veces el volumen de producto importado a Estados Unidos en comparación con el año anterior, alcanzando casi cuatro millones de cajas. Este éxito se logró al reducir la tasa de rechazo de minoristas a casi un uno por ciento, salvando grandes cantidades de alimentos que, de otro modo, habrían terminado en la basura.
Sin embargo, esta alianza es solo un pequeño ejemplo de lo que se puede lograr a través de la colaboración. Davos representa un espacio único donde las ideas transformadoras pueden echar raíces. Es un lugar donde los líderes se reúnen para desarrollar estrategias que den forma al futuro. Asegurar un suministro estable de alimentos nutritivos para las generaciones futuras debe ser una prioridad en nuestra agenda colectiva.
La seguridad alimentaria no se trata sólo de alimentar a una población en crecimiento, sino de hacerlo de manera sostenible y equitativa. Si abordamos la volatilidad del mercado, reducimos el desperdicio de alimentos y empoderamos a los productores con los recursos que necesitan, podemos crear un futuro donde cada cosecha cumpla su propósito: alimentar a las personas, no a los basureros.
El camino a seguir es claro: colaboración, innovación y un compromiso compartido con la estabilidad. Es momento de actuar. Juntos podemos construir un sistema alimentario resiliente en el que ninguna cosecha se desperdicie, cada productor prospere y todas las personas tengan acceso a la nutrición que necesitan.