10 años cultivando el futuro de la industria agrícola
Por Patrick McCullough, CEO @ ProducePay
Hace diez años, ProducePay nació de una visión clara e innovadora: ayudar a los agricultores a prosperar a través de capital de trabajo. No fue una iniciativa concebida en una sala de juntas en Wall Street ni en una sesión creativa en Silicon Valley; comenzó en el campo, inspirada en los retos reales que enfrentan los agricultores día con día. Nuestro fundador, Pablo Borquez Schwarzbeck, tuvo la valentía de convertir su visión en realidad, y por ello le estaré eternamente agradecido.
Lo que empezó como una solución para mejorar la liquidez de los agricultores se ha transformado en una empresa global guiada por una misión. Hoy, ProducePay opera en más de 20 países, apoyando a productores, comercializadores y retailers a lo largo de la cadena de suministro agrícola. Aunque nuestras raíces están en las soluciones financieras, nuestro propósito ha evolucionado, enfocándose en enfrentar algunos de los retos más urgentes de la agricultura: reducir la volatilidad del mercado, eliminar el desperdicio de alimentos, disminuir las emisiones de carbono y construir una cadena de suministro más predecible, eficiente y sustentable.
En lo personal, he tenido el privilegio de formar parte de este extraordinario trayecto durante los últimos cuatro años: dos como miembro de la junta directiva y los últimos dos como CEO. Durante este tiempo, he llegado a comprender que lo que realmente diferencia a ProducePay no es solo nuestra misión, sino nuestra comunidad. Nuestro éxito radica en la dedicación de nuestro apasionado equipo, en la inquebrantable confianza de nuestros agricultores y socios, y en el compromiso compartido con una visión en común.
Al reflexionar sobre la última década, me asombra el impacto que ha tenido ProducePay, no solo con los agricultores, sino en toda la industria. Nuestro trabajo ha permitido a innumerables productores invertir en su futuro, acceder a los principales retailers y lograr estabilidad en un mercado tan impredecible. Al mismo tiempo, hemos liderado innovaciones que reducen el desperdicio, mejoran la sustentabilidad y sientan las bases para una cadena de suministro más segura.
No obstante, resulta claro que nuestra labor aún no termina. Con cada año que pasa, los desafíos se vuelven más complejos y los riesgos más altos. El cambio climático, la volatilidad del mercado y la seguridad alimentaria en un mundo que se encamina hacia los 10 mil millones de habitantes siguen siendo cuestiones que requieren mejores soluciones.
Pero somos optimistas. Creemos que es posible no solo cumplir con la misión original de Pablo de apoyar a los agricultores y reducir el desperdicio, sino también transformar radicalmente la cadena de suministro global y la forma en que se compran y venden los productos agrícolas, haciéndolos más accesibles, asequibles y sustentables para todos.
Al mirar hacia el futuro, estamos decididos a liderar el camino para abordar la volatilidad del mercado, crear estabilidad y garantizar que las futuras generaciones tengan acceso a un suministro de alimentos sustentables. Hoy vemos una oportunidad real para alimentar al mundo de manera sustentable.
Diez años son un logro increíble, pero apenas es el comienzo. La próxima década promete aún más. Gracias a todos los que han creído en nosotros, nos han apoyado y nos has acompañado en este viaje. Juntos, seguiremos cultivando un futuro mejor para los agricultores, el planeta y la seguridad alimentaria de las generaciones futuras.