En la búsqueda constante del alto rendimiento
En la agricultura el rendimiento obtenido es una de las métricas más importantes para determinar si el trabajo realizado está siendo adecuado o no, pero centrarse solamente en el rendimiento puede hacer que perdamos visibilidad sobre otras cuestiones que también son importantes.
Pero hablemos primero del rendimiento y después de aquello que también debemos de tener en el radar. Y me gusta mucho el concepto de rendimiento porque me remite a que tenemos que hacer “rendir” los recursos que tenemos disponibles, es decir, hablamos de eficiencia productiva.
Todos los que nos dedicamos a la producción agrícola podemos indicar con facilidad qué es un rendimiento bueno y un rendimiento malo, al menos para los cultivos que producimos y/o asesoramos, lo que constituye un excelente punto de partida para realizar mejoras, porque esta es la primera condición para incrementar el rendimiento: saber dónde estamos en este momento.
En teoría el aumento del rendimiento es bastante sencillo, porque solo hay que buscar la manera de producir más por unidad de superficie; de hecho, si solo nos quedamos con la idea de producir más a cómo dé lugar, seguramente podemos encontrar muchas maneras de hacerlo, pero actualmente esta mentalidad ya no es aplicable, porque la sustentabilidad ha pasado a formar parte del juego.
Entonces es cuando todo se comienza a complicar, porque hay que seguir produciendo lo necesario para recuperar la inversión realizada, además por supuesto de obtener una ganancia, pero al mismo tiempo hay que cumplir con certificaciones que garanticen a los consumidores calidad, sanidad y sustentabilidad, lo que tiene un costo económico que se debe asumir y que es mejor verlo como una inversión.
No digo que dichas certificaciones no sean necesarias, porque lo son, para seguir siendo competitivos en mercados cada vez más cambiantes. Lo que digo es que todo eso añade complejidad a la producción agrícola, porque son más factores que se deben cuidar y que podrían repercutir de manera negativa en la producción en caso de no hacerlo, ya que a mayor complejidad más probabilidades de que algo falle.
En este sentido es necesario comprender que para alcanzar rendimientos superiores se requiere de una mayor atención a los detalles, lo que está impulsando que la agricultura se convierte en una actividad donde para tener éxito hay que dar seguimiento y anotar todo, no por nada varios servicios de cuadernos agronómicos digitales están surgiendo, porque la agricultura está entrando a una era en que los datos son un recurso valioso, que marcan la diferencia entre bueno y excelente.
De hecho, me gusta decirles continuamente a los agricultores que asesoro que el rendimiento extra está en los detalles, para invitarlos a que no minimicen ninguna situación relacionada con la producción, porque la mayoría de las pérdidas de rendimiento ocurren justamente por no atender los pequeños detalles.
Ahora bien, otro punto de gran importancia es la tecnificación de la producción, porque está comprobado que a mayor tecnología mayores rendimientos, siempre y cuando se cumplan dos cuestiones: la primera es que la tecnología implementada sea adecuada para las necesidades que se tienen en campo y la segunda es que se tenga acceso a dicha tecnología, para lo cual se requiere capital de trabajo.
Además, la tecnología por sí sola no garantiza resultados, porque requiere de personal capaz de manejarla adecuadamente, y esta puede llegar a ser una limitante; he visto casos en los que los agricultores pueden acceder a la tecnología que necesitan, pero como no cuentan con personal capacitado deciden no hacerlo, por miedo o desconocimiento a realizar una mala inversión.
Y qué decir del tema de financiamiento, que siempre resulta complicado, porque tradicionalmente el sector bancario ha tenido sus reservas para dar crédito a la agricultura, y no lo culpo, porque estamos hablando de que son muchos los factores que escapan a nuestro control y que convierten a la producción agrícola en una actividad de mucho riesgo.
Como conocemos esta situación, en ProducePay financiamos a agroexportadores que ya realizan envíos periódicos a los Estados Unidos de frutas y hortalizas frescas, brindándoles soluciones que les permitan incrementar el rendimiento de sus negocios, al contar con un aliado que agiliza la emisión de sus créditos, porque sabemos que la agricultura no espera.