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Blog | 10 min read
Asegurando calidad en suministro agricola estrategias para productores
Miguel Angel Miranda
noviembre 22, 2024
Miguel Angel Miranda
noviembre 22, 2024

Asegurando calidad en suministro agrícola: estrategias para productores

La producción de productos agrícolas de alta calidad no es solo un estándar en la industria agrícola, sino un factor clave para la rentabilidad y el éxito a largo plazo. La calidad impacta directamente en la demanda del mercado, los precios y la vida útil del producto, aspectos que en conjunto contribuyen a la sostenibilidad económica de los productores.

Los agricultores no deben subestimar el poder que tiene la calidad sobre los precios de sus productos. Los compradores están dispuestos a pagar precios más altos por productos con mayor vida útil, mejor apariencia y estándares consistentes, ya que les permite una rotación más rápida y una reducción del desperdicio para los minoristas, al igual que fortalece las relaciones comerciales y asegura mayores ganancias.

La calidad en productos agrícolas abarca una variedad de atributos, como textura, sabor, color, tamaño, forma, cicatrices, magulladuras y vida útil. Los compradores suelen priorizar la frescura y la apariencia como indicadores principales de calidad. Los productos premium suelen ser aquellos limpios, uniformes en tamaño y forma, y libres de imperfecciones o defectos visibles. Por el contrario, una calidad deficiente puede reducir la confianza de los compradores, limitar los precios potenciales y afectar la comercialización.

Sin embargo, alcanzar estos estándares no es tarea sencilla. Desafíos como la volatilidad climática, brotes de plagas y enfermedades, y disrupciones en la cadena de suministro pueden afectar significativamente la calidad desde el cultivo hasta la entrega. El cambio climático ha agravado estas problemáticas, creando condiciones favorables para plagas y patógenos. Enfrentar estos obstáculos requiere que los productores adopten prácticas sustentables y tecnologías de vanguardia.

Cómo los productores pueden garantizar productos de alta calidad

Para prosperar en la competitiva industria agrícola, los productores deben implementar estrategias que no solo maximicen los rendimientos, sino que también aseguren una calidad excepcional en cada etapa de la cadena de suministro. La calidad es un factor crítico que influye directamente en los precios, la comercialización y las relaciones con los compradores, por lo que resulta esencial adoptar prácticas que la mejoren y preserven.

1. Maximizar la calidad antes de la cosecha con mejores prácticas

La calidad de un producto se define desde el crecimiento de los cultivos. Al emplear técnicas agrícolas eficientes en el uso de recursos, los productores pueden optimizar sus prácticas para garantizar tanto altos rendimientos como productos de calidad superior.

La agricultura de precisión, por ejemplo, utiliza herramientas avanzadas como equipos guiados por GPS y sensores para monitorear la salud de los cultivos, las condiciones del suelo y los factores ambientales con gran exactitud. Esta tecnología minimiza el desperdicio de recursos, mejora la entrega de nutrientes y asegura la uniformidad del producto.

Otras prácticas esenciales incluyen la rotación de cultivos, que ayuda a mantener la fertilidad del suelo, interrumpir ciclos de plagas y reducir la dependencia de insumos químicos, lo que da como resultado cultivos más saludables y resilientes.

Métodos de riego eficientes, como el riego por goteo, garantizan que las plantas reciban hidratación óptima mientras se conservan los recursos hídricos. Estos sistemas entregan nutrientes directamente a la zona de las raíces, maximizando la salud de las plantas y la calidad, especialmente durante etapas críticas como la floración, el cuajado y la maduración. Además, el manejo integrado de plagas (MIP), que combina controles biológicos, métodos culturales y productos químicos selectivos, permite controlar plagas de forma sostenible.

Estas prácticas en conjunto contribuyen a la producción de cultivos robustos y visualmente atractivos, alineados con las expectativas de los compradores.

2. Preservar la calidad durante la cosecha

La cosecha marca un punto crucial donde incluso los errores más pequeños pueden comprometer la calidad de los productos frescos. El momento de la recolección es crítico: los productos deben cosecharse en el punto de madurez óptimo para cumplir con los requisitos del destino y el mercado. Por ejemplo, los aguacates destinados a la exportación suelen recolectarse antes para que maduren durante el transporte, mientras que los tomates para mercados locales se cosechan más cerca de su plena madurez.

La gestión de la temperatura también es clave en esta etapa. Para minimizar el deterioro, se debe evitar cosechar durante las horas más calurosas del día y reducir el calor de campo mediante enfriamiento rápido o trasladando los productos a áreas sombreadas y bien ventiladas.

Una manipulación adecuada de los productos durante la cosecha es esencial para prevenir daños físicos, como magulladuras o grietas, que aceleran el deterioro. Capacitar a los trabajadores para manipular los productos con cuidado y utilizar contenedores ventilados, como cajas ranuradas, también ayuda a mantener la calidad.

En última instancia, las prácticas de cosecha deben adaptarse a las necesidades específicas de cada cultivo para proteger su calidad. Por ejemplo, las hortalizas de hoja requieren un enfriamiento rápido y un manejo delicado, mientras que cultivos más resistentes, como las papas, pueden tolerar un ritmo más lento si se almacenan en condiciones adecuadas.

3. Conservar la calidad después de la cosecha

Una vez cosechado el producto, mantener la calidad se convierte en la prioridad, ya que es prácticamente imposible mejorarla después de la recolección. La clasificación y selección adecuadas son esenciales para cumplir con las especificaciones del mercado y conseguir los mejores precios. La consistencia en la clasificación genera confianza con los compradores y mejora la reputación del productor. Por ejemplo, clasificar por tamaño, forma y color garantiza uniformidad y permite a los productores obtener precios más altos por productos de calidad premium.

El empaque también juega un papel crucial en la preservación de la calidad. Contenedores limpios, duraderos y bien diseñados no solo mejoran la presentación, sino que también protegen los productos. Es importante evitar el sobreempaquetado, ya que puede causar daños por compresión durante el transporte. Además, el etiquetado atractivo puede agregar valor en mercados premium.

Las condiciones de almacenamiento como temperatura, humedad y ventilación, afectan significativamente la vida de los productos, sin embargo, cada uno tiene requisitos de almacenamiento únicos. Por ejemplo, las hortalizas de hoja necesitan ambientes frescos y con alta humedad, mientras que las cebollas y el ajo prosperan en condiciones secas y bien ventiladas.

Durante el transporte, un manejo cuidadoso, cargas aseguradas y la protección contra factores externos, como luz solar y lluvia, son vitales para preservar la calidad. Además, la comercialización rápida es especialmente importante para los productos perecederos, ya que los retrasos pueden reducir la frescura y el valor de mercado.

4. Adopción de tecnología innovadora

Las tecnologías innovadoras están transformando la forma en que los productores mantienen y monitorean la calidad de sus productos. Herramientas como sensores brindan datos críticos sobre variables como temperatura, humedad, humedad del suelo y niveles de nutrientes, lo que permite ajustes oportunos para evitar pérdidas de calidad.

Las soluciones basadas en inteligencia artificial están revolucionando el manejo de plagas, proporcionando métodos más seguros y efectivos para combatir nuevas amenazas. Sistemas automatizados, como la cosecha robótica y el riego automatizado, mejoran la consistencia y garantizan que la calidad se mantenga alta desde el campo hasta el almacenamiento.

Las plataformas de trazabilidad digital con datos en tiempo real también están ganando popularidad, ya que brindan transparencia a lo largo de la cadena de suministro. Estas herramientas permiten a los productores demostrar su compromiso con la calidad y la sustentabilidad ante otros actores de la industria.

Aunque la inversión inicial en estas tecnologías puede parecer elevada, los beneficios a largo plazo son claros: mayor calidad, reducción de desperdicio, mayor eficiencia y mejor acceso a mercados premium, convirtiendo estas herramientas en recursos indispensables para los productores que buscan mantenerse competitivos.

Descubre cómo la tecnología está fortaleciendo la cadena de suministro agrícola

5. Aplicación de estándares y certificaciones

La implementación de estándares internacionales, como las normas ISO, ofrece a los productores un marco para mantener la calidad y la sostenibilidad. Por ejemplo, la ISO 9001 se centra en sistemas de gestión de calidad, asegurando que los productos cumplan consistentemente con las expectativas de los compradores. Por su parte, la ISO 14001 promueve la sostenibilidad ambiental, fomentando prácticas que reducen el impacto ecológico y mejoran la eficiencia operativa.

Estas certificaciones no sólo impulsan la calidad y la seguridad, sino que también mejoran la reputación y facilitan el acceso a mercados globales donde la calidad y el cumplimiento son fundamentales.

Fomentar redes colaborativas entre productores

La colaboración con otros productores puede ofrecer ventajas significativas para superar desafíos compartidos. El intercambio de conocimientos permite adoptar técnicas innovadoras y mejores prácticas para mejorar la calidad de los productos.

Además, formar alianzas o cooperativas puede abrir acceso a compradores más grandes y reducir la competencia en mercados fragmentados. Fortalecer las relaciones dentro de la comunidad de productores fomenta la resiliencia y la adaptabilidad, asegurando el éxito colectivo en una industria en constante evolución.

6. El Comercio Predecible como clave para un suministro de alta calidad

En una industria tan volátil, donde factores impredecibles como el clima, las plagas y las fluctuaciones del mercado pueden interrumpir fácilmente las cadenas de suministro, el comercio predecible es crucial para garantizar estabilidad. El acceso constante a productos de alta calidad requiere más que buenas prácticas agrícolas; demanda un sistema integrado y confiable que alinee la producción con las demandas del mercado.

Un elemento esencial para lograr esta estabilidad es la visibilidad a lo largo de la cadena de suministro. Soluciones que ofrecen datos en tiempo real en cada etapa son clave para reducir ineficiencias y garantizar que los productos cumplan con las expectativas de calidad.

La solución de Visibilidad de ProducePay aborda estos desafíos al incorporar inspecciones de agrónomos expertos durante las etapas de cultivo y empaque, lo que permite a los productores detectar de manera temprana productos fuera de especificación. Incluye el seguimiento de pedidos en tiempo real, proporcionando datos detallados sobre variables como ubicación, humedad y temperatura. Esto asegura que los productos mantengan su calidad mientras avanzan por la cadena logística, reduciendo el riesgo de deterioro. Además, un panel de control personalizado mejora la gestión de pedidos, permitiendo rastrear órdenes de compra, monitorear datos de control de calidad, supervisar el estado de los envíos y gestionarlos.

Al aprovechar esta solución avanzada, los productores no solo aseguran que sus productos lleguen a su destino con la máxima calidad, sino que también mejoran su competitividad y reducen significativamente los rechazos por parte de los compradores.

Fuentes: Kzndard, Weforum, Citation Group, Vaia