Siete retos a superar para una cadena de suministro agrícola más sostenible en 2023.
La industria agrícola se encuentra en un constante cambio y evolución, impulsada por diversas tendencias y desafíos que buscan mejorar la producción, sustentabilidad y calidad de los alimentos. La creciente demanda de alimentos, así como la tendencia de consumo de productos más sanos, se ven reflejados en la adopción de prácticas agrícolas más sostenibles, nuevas y mejores tecnologías, y una mejor gestión de los recursos.
Por esta razón, para lograr una cadena de suministro global más eficiente y sustentable, se debe hacer frente a retos como el cambio climático, la seguridad alimentaria, las incertidumbres económicas y geopolíticas, la inflación y los problemas logísticos; los cuales deben ser abordados para asegurar la sostenibilidad a largo plazo.
1. Cambio climático y pérdida de la biodiversidad
El cambio climático es y seguirá siendo uno de los mayores desafíos para la agricultura mundial. El aumento de la temperatura, la variación en la frecuencia de eventos climáticos extremos como sequías, inundaciones y tormentas afectan directamente a la cadena productiva en todas partes del mundo.
Tan solo en lo que va del año, tormentas en California han impactado negativamente a diversos cultivos en la región, viéndose especialmente dañados los cultivos de fresa por las lluvias.
Por otro lado, en la región de Sudamérica, los incendios en Chile dañaron más de 53 mil hectáreas de terrenos potenciales para la producción agrícola, mientras que inundaciones y fuertes lluvias en Perú impactaron más de 33 mil hectáreas agrícolas.
También debe tomarse en cuenta que la acelerada pérdida de biodiversidad y la degradación del suelo, amenazan la capacidad de producción de alimentos a largo plazo. Se estima que la pérdida de suelo y la degradación de la tierra provocan pérdidas económicas globales de hasta 40 mil millones de dólares al año.
En este sentido, es necesario adoptar prácticas agrícolas sostenibles que resistan el cambio climático como la agricultura de conservación, la agroforestería, la agricultura de precisión y la producción orgánica teniendo un enfoque en estándares de desempeño ambiental y social. Además, estas prácticas deben acompañarse con una gestión sostenible de los recursos naturales lo que implica optimizar el uso del agua, el suelo y la biodiversidad, lo que permitirá reducir el impacto ambiental y mantener la salud de los ecosistemas.
2. Seguridad alimentaria en riesgo por la creciente demanda
Debido al crecimiento demográfico y la urbanización, la demanda de alimentos está creciendo a un ritmo importante, poniendo en riesgo la seguridad alimentaria. Se espera que para 2050, la población mundial alcance los 9,700 millones de personas y que la demanda de alimentos incremente un 50%. Por lo que, según estiman los expertos, la producción deberá incrementarse en un 20-30% si se quiere satisfacer la demanda.
Por otro lado, la seguridad alimentaria también se ve amenazada por la mala distribución de los alimentos. De acuerdo con la FAO, en 2019 eran más de 690 millones de personas sufrían de hambre en todo el mundo, ascendiendo esta cifra a 811 millones en 2021 tras la pandemia. Esto nos remarca la necesidad de luchar por cadenas de suministros más eficientes y directas que eviten el desperdicio de alimentos y aseguren una mayor seguridad alimentaria a nivel global.
3. Necesidad de adoptar tecnologías más innovadoras
Los avances tecnológicos actuales brindan una oportunidad única para mejorar la eficiencia y la sustentabilidad en la producción agrícola. Con el uso de herramientas como la inteligencia artificial, el análisis de datos, la recolección de datos en tiempo real y la automatización de procesos, la industria agrícola está experimentando una transformación radical. Estas tecnologías tienen un gran potencial para aumentar significativamente la productividad y reducir los costos.
Las nuevas tecnologías también ofrecen la oportunidad de aumentar la digitalización de la industria agrícola, la cual actualmente se encuentra rezagada en este aspecto. Su implementación sin duda contribuirá a conseguir una cadena de suministro más eficiente, ya que una industria más conectada tiene un impacto positivo en toda la cadena.
Además,las empresas que puedan aportar soluciones tecnológicas innovadoras para enfrentar los distintos retos, serán más atractivas tanto para clientes como inversionistas. De acuerdo con un reporte de Research and Markets, se espera que el mercado mundial de tecnología agrícola crezca a una tasa de crecimiento anual compuesto (TCAC) del 14,9% entre 2021 y 2028.
4. Demanda de alimentos cada vez más sanos
La demanda de alimentos cada vez más saludables, seguros y sostenibles, ha llevado a un aumento en la producción y oferta de productos orgánicos, naturales y sin aditivos artificiales. Además, cada vez son más las personas que están adoptando dietas basadas en plantas, lo cual puede potenciar la industria hortofrutícola.
Estas nuevas preferencias fuerzan a que las cadenas de suministros a adaptarse para satisfacer esta demanda y a su vez ser más sostenibles y respetuosas con el medio ambiente. Esto involucra ciertamente en cómo los productos agrícolas son procesados, transportados y comercializados, ya que una cadena más eficiente que logre producir la cantidad de comida necesaria, así como cosechar, procesar y transportar los alimentos en tiempo, evitará tanto el desperdicio como la sobreexplotación de recursos y la contaminación.
Por lo tanto, estos aspectos nos remarcan la necesidad de contar con una cadena de suministro más conectada que garantice una mejor seguridad alimentaria.
5. Incertidumbres geopolíticas
La cadena de suministro global está altamente expuesta a las incertidumbres económicas y geopolíticas, las cuales pueden llegar a tener un enorme impacto sobre cualquiera de las etapas de la cadena de suministro, desde la producción hasta la comercialización. Los conflictos, tensiones comerciales y políticas de comercio son solo algunos de los factores que pueden afectar la estabilidad y seguridad alimentaria mundial.
Estas situaciones son especialmente peligrosas para la industria debido a que las cadenas de suministro pueden interrumpirse fácilmente. Por ejemplo, los países que dependen de la importación de alimentos pueden verse gravemente afectados por políticas comerciales restrictivas y retrasos en los medios de transporte, así como conflictos pueden crear inseguridad en las inversiones tanto nacionales como extranjeras.
Un caso reciente es el conflicto Rusia-Ucrania. La imposición de sanciones económicas mutuas entre ambos países afectó el comercio de alimentos, que ha llevado a reducciones en el comercio de productos e insumos.
Pero, esta problemática no afecta solamente a los países en cuestión, sino también a otros con los que suelen haber acuerdos comerciales. Tal ha sido el caso de Ecuador, país que vio reducidos los volúmenes de exportación de banano hacia Rusia y Ucrania desde febrero de 2022, algo de lo que aún no se han podido recuperar pues la industria de exportación de banano es de las más importantes para este país.
6. Inflación e incremento de los costos operativos
La inflación es un factor que está afectando significativamente a toda la cadena de suministro. El aumento de los precios de los insumos agrícolas, como los fertilizantes y los pesticidas, así como el encarecimiento del transporte y la energía, están teniendo un impacto directo en los costos de producción de los agricultores y, por lo tanto, en el precio final de los alimentos.
Por ejemplo, los costos de los fertilizantes alcanzaron en 2022 máximos históricos desde la crisis histórica de 2018, teniendo que tan solo durante el primer semestre de 2022, el precio de los fertilizantes aumentó un 30%, sumándose al aumento del 80% registrado en 2021, algo que evidentemente ha generado preocupaciones sobre la sostenibilidad de la agricultura.
En cuanto a las tarifas de transporte, estas también se han visto encarecidas en gran medida, tanto por tierra como por mar. En Estados Unidos, por ejemplo, estos precios han visto un incremento del 50% desde finales de 2020.
7. Problemas logísticos que generan disrupciones
La cadena de suministros se enfrenta a numerosos desafíos logísticos, puesto que la naturaleza misma de la industria implica un alto nivel de riesgo. Desde el transporte de productos perecederos hasta la complejidad de los impuestos y aranceles relacionados con el comercio internacional, las empresas deben estar preparadas para asumir todo tipo de riesgos.
El transporte marítimo también se ha visto afectado por la congestión portuaria, la cual ha impactado fuertemente en los últimos años, y que se pronostica seguirá siendo un desafío por lo menos durante el resto del año. Si bien algunas navieras han comenzado a restaurar su capacidad de transporte, el encarecimiento de los precios de energía y los problemas geopolíticos pueden seguir afectando en temas logísticos a la cadena.
Por otro lado, la crisis de abastecimiento global también ha tenido repercusiones, resultando en interrupciones y retrasos en la cadena de suministro. Tal ha sido el caso de la crisis de producto fresco en Reino Unido, en donde varias cadenas de supermercados se vieron obligadas a limitar la compra de productos como tomates, pepinos, lechugas y pimientos.
En conclusión
La industria agrícola se enfrenta a diversos retos que amenazan la sostenibilidad de la cadena de suministro global. El cambio climático y la pérdida de biodiversidad ven repercusiones en la productividad, la seguridad alimentaria es puesta en riesgo por la creciente demanda, y la cadena se ve interrumpida por problemas económicos, geopolíticos y logísticos.
Esto lleva a la necesidad de implementar prácticas agrícolas más sostenibles, adoptar tecnologías más innovadoras, optimizar el uso de los recursos, producir alimentos más sanos y eficientar la cadena logística para evitar el desperdicio de alimentos, logrando así una cadena de suministro más conectada.
Para contribuir a alcanzar este objetivo, existen empresas como ProducePay que buscan hacer frente a estos retos al poner a disposición información constante sobre nuevas técnicas y prácticas sustentables para la producción agrícola, así como la adopción de tecnologías innovadoras que mejoren los procesos y la calidad de los productos, siendo este último aspecto uno de los principales enfoques de ProducePay a través de todos sus socios y clientes.